Hemos
presenciado como personas a las que les tenemos un gran respeto y admiración,
resbalan ante una situación tensa y acaban discutiendo con otra persona. En
ocasiones, no son solo intercambios de palabras, pueden ser de adjetivos, los
que a la larga lesionan la relación entre las personas. Por estas situaciones
se han perdido amistades, negocios, se han separado familias y se han divorciado
personas.
- Si nos
vemos ante un desacuerdo, recuerde que los mejores socios no son los que piensan
igual. Pueden pensar diferente pero son capaces de conciliar intereses en
función de una meta común.
- Nunca
se guie por la primera impresión sobre una persona o situación. La primera
impresión no siempre es la verdadera.
-Maneje
bien su respiración y si nota que se altera procure hacerlo mejor. El inhalar
oxígeno en mayor cantidad ayuda a relajar el cerebro.
-Procure
no ser la persona que hable todo el tiempo. Dese la oportunidad de ser un
escucha eficaz y paciente. Construya puentes y evite los muros entre las
personas.
-Al
escuchar a su contraparte trate de definir los puntos en que están de
acuerdo.
-Sea una
persona honesta consigo mismo. Si está equivocado en algo dese el gusto de
aceptarlo. Eso provoca la simpatía de su contraparte.
-Piense y
analice seriamente las ideas de su contraparte. Este puede tener la
razón.
-Sea
agradecido con su contraparte por proponer sus propias ideas ante Ud. Posponga
su decisión sobre algún tópico de tal forma que exista tiempo de analizar a
fondo la situación. No se precipite.