Se sabe
que ante cualquier situación cambiante, es difícil mantener una gran
ecuanimidad. Sin embargo una gran responsabilidad del líder estriba en ello.
Mantener sus actitudes ante el cambio, que produzcan confianza en la gente que
vive el cambio. Es como si ante un gran incendio, el líder pierde los estribos y
se pone a gritar de miedo e impotencia. Ello provocaría sin duda más histeria
entre la gente.
APOYARSE
LOS UNOS A LOS OTROS.
Durante
cualquier situación de cambio, las personas artífices del mismo, tienden a
sentirse solas, sin red de protección. Es buen momento para que el líder a cargo
observe con cuidado a estas personas y a las más necesitadas de apoyo, les
brinde éste sin límite. Es como presentar un examen delante del público. Los
demás nos observan y al más tranquilo lo pueden traicionar los
nervios.
DIVERTIRSE.
Es normal
que la gente tome al trabajo con gran seriedad. Es más, quien lo trata con
ligereza y alegría es frecuente que sea mal visto. En estos casos es
recomendable disfrutar el trabajo. Divertirse haciendo cosas que normalmente
hacemos bien y ante los retos sepamos apoyarnos de los
demás.
BUSCAR
EFICIENCIA.
La
ventaja de los equipos es que se puede contar con potencialidades dentro de éste
e igualmente personas que hacen su trabajo al mínimo de eficiencia. El reto es
de buscar lo más excelente de cada uno y buscar que el trabajo en grupo sea
sobre el promedio. De esta forma las personas con potencialidad se sienten a
gusto trabajando y las otras más limitadas se sienten retadas a mejorar su
promedio. En fin todos ganan.
CREAR UN
ESPIRITU COMPETITIVO DE EQUIPO.
El ser
humano normalmente no es conformista. Cuando ve a un compañero hacer bien las
cosas, siente el celo competitivo y procura trabajar a su
nivel.
Es
importante crear ese espíritu de competencia sana, con el fin de que las
personas eleven sus potencialidades.
PIENSE EN
GRANDE.
Es
factible que la superación y los cambios experimentados por los miembros de un
equipo sea lo mejor que les suceda. No pare ahí, que ese sea un primer paso, de
una serie de pasos hacia un crecimiento constante del equipo y sus elementos. No
conviene limitarse.
1.-Prioritice sus objetivos.
Mediante una tormenta cerebral, determinen la lista de lo que espera lograr.
Hágalo con los miembros de su equipo y los que diseñan los proyectos. Una vez
determinada la lista haga la clasificación por urgentes, importantes,
innecesarias, etc. Con base a esto determine nuevos objetivos a llevarse a
cabo.
2.- Haga
un cronograma con metas intermedias. Considere las urgentes, las que deben ser
tratadas con toda celeridad.
3.-Comunique los objetivos y el proceso a su
equipo.
4.-Recompense
ampliamente.