lunes, 7 de abril de 2014

Los lazos sociales impulsan el éxito de la innovación



Meses después de escribir su aclamado libro ‘Game Changers’, el entonces director ejecutivo de Procter & Gamble, A.G. Lafley comentó que había un “capítulo perdido”. Lafley señaló en una entrevista que él desearía haber escrito un capítulo que describiera el sistema social complejo que sustenta el crecimiento y el impulso de la innovación en una organización.

Lafley dice: "Nuestra experiencia indica que muchas de las fallas de la innovación son fracasos sociales. Ideas prometedoras con un valor empresarial real potencial, a menudo se estancan en el proceso de desarrollo. Algunas de las innovaciones salen demasiado pronto al mercado, mientras que otras se pierden en la ejecución. A menudo, la causa fundamental es pobre interacción social; las personas adecuadas, simplemente no se involucran en un diálogo productivo con la frecuencia suficiente".

La observación de Lafley es fundamental para los líderes empresariales y los colaboradores en la actualidad. Más allá de los horarios, más allá de los planes de trabajo, más allá de los programas de fabricación se encuentran las relaciones sociales reales entre los propios miembros del equipo. Cuando estas conexiones sociales funcionan de manera saludable, los equipos se encuentran en el diálogo, debaten y ofrecen opciones e hipótesis. De manera proactiva, idean soluciones alternativas al principio de un proyecto, en lugar de esperar a estar casi a final del mismo.

Cuando este diálogo colaborativo está presente, los equipos están construyendo
 contexto en lugar de sólo responder preguntas. Evaden la dinámica tipo ‘sólo haré mi parte’ y a cambio aprenden de la amplitud de conocimientos que se encuentra dentro del propio equipo. La verdadera colaboración no es una serie de transacciones, sino un proceso permanente de aprendizaje continuo. Al ofrecer sus mejores ideas mientras el proyecto evoluciona, y no sólo en el momento en que se requiere de su experiencia, los miembros del equipo se benefician tanto a nivel individual como grupal.

El reconocido innovador Thomas Edison reconoció esta forma de aprendizaje acelerado a través de la cultura de colaboración que fomentó en sus laboratorios. Una de las herramientas que Edison utilizó para crear la conexión social entre los trabajadores se conoció como Almuerzo de Medianoche. Este se produjo cuando Edison regresó al laboratorio después de la cena para revisar sus experimentos. Edison tomó una momento para hablar con todos los que también estaban trabajando horas extra, como era costumbre en una noche cualquiera, alrededor de una docena de personas.

Edison animó a los presentes a compartir puntos de vista acerca de los experimentos que estaban realizando. También les pidió intercambiar apuntes, y comentar sobre los supuestos que cada quien estaba haciendo sobre sus proyectos. Después de, aproximadamente, dos horas de debates, Edison pidió a una taberna local bocadillos y bebidas para todos. El equipo tomó un descanso de su diálogo, se subió las mangas, cantó canciones, contó historias y compartió una comida. Todos se relajaron y hablaron de otros intereses diferentes al trabajo.

Más o menos, una hora después, estas conversaciones sociales cambiaron de nuevo a los esfuerzos del proyecto. Pero algo era diferente, algo se había modificado en sus interacciones. En lugar de actuar simplemente como compañeros de equipo se convirtieron en verdaderos colegas. Mediante el intercambio de opiniones y puntos de vista con gente a quien, incluso, no podían ver durante un día laboral normal, se forjaron lazos invisibles. Mezclando tiempo de trabajo con tiempo social, estos Almuerzos de Medianoche transformaron a los compañeros en colegas.

Este tipo de camaradería es el tejido social invisible que A.G. Lafley estaba describiendo. Los lazos que los colaboradores forjan cuando sucede un cambio de entorno profundizan sus contribuciones. Estas interacciones forman el "pegamento invisible" que conecta a la gente en el trabajo. La construcción de un tejido social que alienta a los colaboradores a trabajar juntos ofrece un nuevo modo de aprendizaje que beneficia a líderes y colaboradores por igual.

¿Cómo pueden las relaciones sociales impulsar el éxito en su negocio?


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