martes, 6 de mayo de 2014

No solo señale errores, celebre la responsabilidad

Algunos se preguntan si en realidad se debe celebrar el fracaso. Si no lo hace, está perdiendo la oportunidad de comprometer a su gente y mejorar los resultados. Pero ¿qué significa "comprometer a su gente" y cómo se hace?

El nuevo estudio de Dale Carnegie con MSW muestra que sólo el 29% de los empleados están comprometidos en el trabajo. Al igual que todos, los colaboradores deciden discrecionalmente cuándo dar a su empleador energía y compromiso, y esta decisión se basa en gran medida de si su jefe inmediato se preocupa por ellos. Entonces, ¿cómo se puede mejorar el compromiso al celebrar el fracaso y la rendición de cuentas? He aquí una historia para ilustrar el punto.

A finales de 1990, Dan Heffernan comenzó una nueva división de servicios profesionales al interior de una empresa de outsourcing exitosa y exigente. Contrató, con altos honorarios, a un orador muy popular para presentar a los clientes actuales y potenciales, así como para promover la división. El plan consistía en compensar parte de los gastos del orador con la venta de entradas.

A menos de una semana del evento, Heffernan reportó un sombrío balance de las operaciones: había muy pocas entradas vendidas, a causa de sus planes de marketing mal concebidos. Ese mismo día se le pidió que se presentara a la oficina del nuevo director de operaciones a las 8:00 am del día siguiente.

Después de pocas horas de sueño la noche anterior, Hefferman se reunió con Ron Knight, quien acababa de salir de Xerox para unirse a la compañía. En Xerox, Knight había llevado uno de sus negocios clave a ganar un Premio Malcolm Baldridge, por lo que su reputación le precedía. No obstante, él inmediatamente tranquilizó a Hefferman, le relató historias sobre errores que había cometido y describió su filosofía de liderazgo: "Está bien cometer errores y es mejor si no los repetimos". Lo felicitó, le dijo que era claro que estaba comprometido para el éxito del evento y la división, independientemente del resultado de este evento. Hefferman sintió tanta inspiración como un alivio.

Como se podría esperar de una historia como ésta, Knight  sirvió de guía para hacer lo mejor para el evento. Al final, el error fue costoso, pero fue pagado por la división que tenía la utilidad de operación más alta en la empresa.


Entonces, ¿cómo se relaciona esto con la rendición de cuentas? Knight dijo algo más esa mañana: "Cuando alguien no se presenta en un momento como este, te dice tanto como cuando lo hace". Hefferman preguntó qué quería decir con eso. "¿Recuerdas que no eras el único invitado a esta sesión informativa de hoy?". Hefferman estaba tan concentrado en cómo solucionar el problema que nunca se dio cuenta. Otras dos personas, de marketing y operaciones, estaban citadas a la junta de información multi-funcional y el Director General había pedido a todos los involucrados reunirse con Ron Knight esa mañana. Nadie más asistió. ¿Quién se hace responsable de sus propios errores en su organización? ¿Usted les está inspirando a hacerse presentes y ser responsables?

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