sábado, 24 de mayo de 2014

¿Reprender o apoyar?



Cuando el lic. Pérez supo que los resultados de la campaña para atraer nuevos clientes no eran los deseados, su primera idea fue encontrar a un ‘culpable’ para colocar sobre él la carga de la desilusión de la directiva y de todo el equipo, así como para decirle lo que podría suceder con su permanencia en la empresa si las cosas no mejoran para el siguiente trimestre. José, como coordinador de marketing, fue visitado en su oficina y reprendido delante de sus colaboradores por el lic. Pérez, lo que causó un momento incómodo para todos los presentes. Desde ese día el ambiente en el departamento es tenso y a José se le ve preocupado todo el tiempo.

¿Ha conocido una situación similar?

Hasta cierto punto es comprensible la reacción del lic. Pérez, pues debe rendir informe a la directiva y encontrar el modo de que la productividad aumente, sin embargo, es posible que si aborda la situación de un modo en que proteja la autoestima de José y los demás colaboradores todo resulte en mejores resultados a futuro. Según Dale Carnegie y Asociados, en el libro Cómo ganar amigos e influir en las personas en la era digital, el líder debe “ayudar a los individuos a asumir su responsabilidad al tiempo de manejar el problema existencial del fracaso, una batalla interna desmoralizante para cualquiera, (…) porque si la batalla se pierde el individuo aprenderá poco del error, tendrá una imagen disminuida de sí mismo, se volverá temeroso y aportará menos al éxito de la compañía”.

Cuando un colaborador encuentra respaldo y consideración de parte de su jefe en situaciones donde sabe que su desempeño no ha sido el esperado, desarrollará compromiso y lealtad hacia éste, porque percibe que valora su calidad humana, y la situación cambia de ser algo frustrante a una oportunidad para el aprendizaje. En estas condiciones, la mejor manera de tratar el tema es en una conversación privada personal o telefónica, donde se debatan con honestidad las áreas de oportunidad y las posibles soluciones. Cuando hay errores es necesario notificarlos, sólo hay que cuidar hacerlo del modo correcto, así el colaborador puede salir fortalecido y con una visión renovada de lo sucedido, a fin de capitalizar la experiencia en actividades y proyectos posteriores.

Adoptar este enfoque fomentará la confianza y la comunicación dentro de la organización, lo cual permitirá a los colaboradores crecer y madurar constantemente. ¿No es ésta la verdadera responsabilidad de todo líder?

Apoye a sus colaboradores y aumente su influencia sobre ellos.


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